Una unidad de vidrio aislante, también llamado acristalamiento múltiple o acristalamiento con cámara, es un acristalamiento formado por dos o más láminas de vidrio sin contacto directo entre ellas, dispuestas paralelamente y formando una sola unidad. El espacio intermedio entre los vidrios suele llenarse con aire deshidratado u otro gas inerte, pero también es posible formar un vacío, mejorando así sus prestaciones. En cualquier caso las cámaras se cierran herméticamente para evitar la circulación del aire y la entrada de contaminantes. La resistencia térmica de la unidad de vidrio puede incrementarse colocando capas bajo emisivas, mediante la introducción de depósitos metálicos en la cara interna de la cámara en el vidrio interior. A principios del siglo XXI este tipo de acristalamiento ha desplazado en los países desarrollados al acristalamiento monolítico en gran parte de las construcciones, gracias a sus propiedades aislantes.
El espesor y el tipo de vidrio dependen del tamaño de la unidad y de la exposición al viento prevista. También es función de los requerimientos de control solar, aislamiento acústico y especificaciones de seguridad y protección.
El espesor total de las unidades de vidrio aislante más empleados en la construcción varía, según sus dimensiones, entre 12 y 25 mm. Cuando la dimensión del paño es importante puede llegar a tener espesores de hasta 35 mm. La masa de una UVA puede variar entre los 15 y los 60 kg/m2, dependiendo principalmente del espesor total de vidrio empleado.
Las transmitancias térmicas para los acristalamientos dobles más sencillos pueden variar entre 3,30 W/m2.K y 2,90 W/m2.K, donde un valor más bajo significa mejor aislamiento. Entre los factores que influyen en la transmitancia se encuentran la calidad del sistema de sellado, la sustitución del aire por argón, la separación entre vidrios y el nivel de emisividad térmica del vidrio. En el caso que uno o dos de los vidrios sean de baja emisividad (LowE) la transmitancia térmica puede rondar entre 2,50 y 1,70 W/m2.K.1